Este sábado 12 y en el marco de las celebraciones del Día Mundial del Turismo se festejará el centenario del Hotel Elizondo en la ciudad de Cardona. Se trata del único que aún después de los años permanece en manos de la familia fundadora.
En la actualidad la titular es Estrellita Martínez Torres, empresaria hotelera pero docente por elección y vocación. Pese a que es el año de su centenario, está a la venta.
Según se ha informado ha sido valuado en 1 millón de dólares y hasta el momento las ofertas recibidas han sido muy bajas y por lo tanto continua en manos de la familia.
El Hotel en su momento fue floreciente, con una profusa actividad pero en la actualidad el ritmo ha descendido en virtud de los cambios producidos en la comunidad. Antiguamente los viajeros llegaban hasta la portada del departamento a recoger pedidos en distintos rubros permanecían dos o tres días y luego regresaban a hacer la entrega pero hoy se hace todo o casi todo por internet, se paga por giro electrónico y por ende ya la situación es otra.
Por otro lado Cardona no tiene el encanto turístico que puede tener otra ciudad o localidad del departamento por su historia y paisajes como para convocar visitantes.
Claro está que eventos puntuales como grandes casamientos o cumpleaños de 15, encuentros de familias, el Rendez Vous, o alguna fecha que se dispute de motociclismo, convocan pero solo por uno o dos días y luego vuelve a la quietud.
Asimismo han aparecido otras alternativas que se desconoce cómo figuran en el mapa inmobiliario pero que brindan alojamiento; ejemplo casas de familias que alquilan temporalmente habitaciones a visitantes y ello también ha retraído el mercado hotelero.
La Propietaria
Como se expresaba renglones arriba, la actual propietaria es Estrellita Martínez, quien ante nuestra consulta sostuvo que nunca pensó concienzudamente que se iba lograr celebrar el siglo de vida dado que las circunstancias en que ella tomó el hotel fueron especiales ya que se dio una vez sus padres fallecieron.
Explicó que su elección había sido ser docente y no empresaria, “soy docente de alma” pero tuvo que tomar las riendas del negocio. De esto, dijo, hace ya 12 años.
El Centenario y las Vivencias
Narró que comenzó a trabajar en el Hotel y “es un día a día, con el diferencial que no hay momentos de descanso puesto que se trabaja las 24 horas, todas las semanas”.
Sostuvo que recién hace unos 15 o 20 días comenzó a tomar conciencia que se llegaba al siglo de existencia y esto “ha sido muy movilizador. Pensar que hemos transitado durante 100 años me lleva a pensar y sentir una profunda admiración por mi gente; mi padre, mi madre y mi hermana que labraron todo esto que traté de continuar porque en realidad fueron ellos los artífices del conocimiento del Hotel a través de la cocina de mi padre; del trabajo diario que es un desafío permanente, máxime en esta época”.
Dijo sentirse conmovida, en paz, feliz, “de haber podido llegar a esta meta. Lo estoy tomando como un clico que se cierra. Tengo 68 años y creo que es tiempo de ir cerrando etapas, esencialmente lo estoy viviendo así”.
Comentó que durante una cena de confraternidad llevada a cabo por la Cámara de Turismo en el Hotel Radisson tomó noción de esta instancia y comenzó todo un movimiento muy interesante entre los presentes y “comencé a tomar cuenta de la importancia y trascendencia de este aniversario”.
Después, dijo, comenzó a pensar que se trata de un hecho que debería quedar registrado porque son 100 años de historia de una empresa que “siempre ha estado en manos de mi familia, generación tras generación”.
Narró que luego de hablar con su hijo y recibir el okey se pensó en la organización de esta celebración y comenzó la búsqueda del personal que había trabajado en el Hotel, pero muchas de estas personas están fallecidas. “Pude no obstante entablar contacto con José Birrer, Julia Birrer que trabajaron en el Hotel viejo, donde nací. José me contaba que tenía 6 años en el tiempo que él se desempeñaba allí. Intentamos hacerlo propio con otros y ahí nos enteramos que muchos de ellos ya no están”.
El Futuro
Como comenzábamos diciendo, actualmente el hotel está a la venta, ese es el propósito porque “son tiempos de dedicarse a otras cuestiones que implican menos esfuerzos y más disfrute pero el sueño es que siga funcionando como tal. Se trata de cerrar un capítulo personal pero se trata de una empresa icónica para el departamento y la ciudad. La decisión, que la tomé hace unos dos años y medio, de vender es porque la edad, porque no tengo ningún hijo en Cardona y porque la otra parte de la familia partió, he quedado sola en este microcosmo del hotel y por eso hay que plantearse estas cosas”.
Aspiró a que “siga viviendo aún sin mí; en manos de otras personas, de alguna manera, pero no es nada fácil porque el edificio es muy grande”.
La Decisión
Contó Martínez que el hotel se creó cuando la campaña era realmente productiva, “venían familias enteras, los viajeros llegaban y estaban dos o tres días; después teníamos el tránsito de Buenos Aires. Al haber público había consumo pero todo ha ido cambiando. Tengo las barras analíticas del movimiento que se hacen cada día, cada mes, cada año y se observa un descenso notorio. Otra cosa que cambió fue la tecnología aplicada a la parte automotriz. Es decir, los coches de ómnibus paraban siempre y eso le daba una gran agilidad durante en el día pero ahora no para nadie. Con esa realidad nació y vivió el Hotel pero ahora todo es distinto”.
Afirmó que ha sido muy oneroso mantener el edificio y el servicio que se presta. Son 2500 metros cuadrados de los cuales una gran parte no se utiliza pero hay que cuidarla porque “se viene todo abajo”. El Hotel tiene personal fijo y otro ambulante que se hace cargo de la jardinería, limpieza extra. “Nosotros trabajamos pero los impuestos nos comen las ganancias”.
Recordó que por el año 1992 se le hizo un reportaje a su padre, Juan Martínez Elizondo, que “está tan vigente, avizoró todo lo que iba a pasar, es increíble. Mi papá un día antes de partir me pidió que vendiera porque iba a tener `un grave problema con los caños por el agua salobre´, haciendo mención al abastecimiento de agua a las 22 habitaciones. Hoy eso es una realidad y la decisión está tomada”.
Cabe señalar que el reportaje lo realizó el Licenciado José Olazzarry columnista en aquella oportunidad del Diario Crónicas y fue el 24 de setiembre de 1992.
La Historia
El hotel cuenta con 22 habitaciones con baño privado, TV cable, calefacción, aire acondicionado, fax, zona WiFi, y área protegida para los huéspedes. Cuenta con servicio de cafetería, heladería, service room las 24 horas, garage propio y lavandería.
La Posada Elizondo fue fundada en 1919 por Juan Martínez y Juana Elizondo, conservando hasta hoy la misma ubicación. La tarea luego la prosiguió Juan Martínez Elizondo quien se formó como chef junto al maestro español Antonio Purriel.
Martínez Elizondo logró que este hotel fuera reconocido por su excelente gastronomía y él se hizo famoso por la elaboración de “la sopa inglesa”, “las sfogliatelle napolitanas”, sus helados y las mundialmente conocidas “perdices en escabeche” que trascendieron fronteras. Fue un gran honor cuando el gobierno uruguayo las solicitó para enviárselas como obsequio al Presidente de Francia Charles De Gaulle, a la Reina de Inglaterra como a otras personalidades de nivel mundial.
Estando en la presidencia el Dr. Julio Ma. Sanguinetti y teniendo al ilustre tenor Pavarotti como visitante del Uruguay, solicitó a Elizondo sus “perdices en escabeche” para que fueran degustadas por el conocido tenor, quien le llamó personalmente para felicitarlo y solicitarle la receta.
En otra ocasión, Estrellita Martínez narró que su padre fue convocado dos veces para recibir en Madrid, el premio a la Hostelería y Gastronomía como reconocimiento a su labor. Esta distinción se realiza cada año y se oficializa la “nominación”, luego de una selección que se efectúa en base a los referentes de calidad y difusión.
Hoy la cuarta generación de la familia está siguiendo los pasos de sus abuelos aunque se está buscando cerrar el ciclo con la venta de este icónico hotel. Bernadette, hija de la actual propietaria quien se vinculó desde adolescente al trabajo del hotel y del servicio de fiestas, se trasladó a España donde realizó la carrera de Hotelería y posteriormente su Master en Turismo en la Universidad de Barcelona.
Cabe señalar que durante mucho tiempo hasta allí han llegado innumerables personalidades del ámbito artístico, político, deportivo y social de la región. Ahora espera por otros propietarios pero su futuro es incierto.
En la próxima jornada habrá una ceremonia de conmemoración a partir de las 18 horas con invitados especiales, autoridades departamentales y nacionales frente al edificio ubicado en la esquina de Lavalleja y Libertad de la ciudad de Cardona